Fin de semana en Versalles: una escapada real a 30 minutos de París
Entre patrimonio real, paseos tranquilos y direcciones gastronómicas, Versalles promete una experiencia tan cultural como relajante.
Seguid nuestra propuesta para vivir 48 horas en el corazón de la historia y del arte de vivir “a la versaillesa”.
Día 1: Sumergíos en la magia del Dominio de Versalles
Comenzad vuestra estancia por lo imprescindible: el Castillo de Versalles, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Descubrid la Galería de los Espejos, los Aposentos del Rey y de la Reina, y pasead por los magníficos jardines diseñados por Le Nôtre.
No os perdáis el Hameau de la Reina y los Palacios del Trianón, rincones más íntimos donde María Antonieta venía a relajarse.
Pausa gastronómica en el parque
Después de la visita, haced una merecida parada en uno de los restaurantes del parque, a dos pasos del Gran Canal.
La Flottille es un clásico para los paseantes, con un ambiente acogedor y cocina francesa tradicional, sencilla y generosa.
A muy pocos metros, La Petite Venise os recibe en un entorno elegante y refinado, instalado en un antiguo edificio de las caballerizas reales.
Su carta italiana, delicada y sabrosa, es ideal para una pausa gastronómica en cualquier época del año.
Dos ambientes distintos, un mismo placer: almorzar en el corazón del parque real.
La elegancia del Dominio del Trianón
Proseguid la visita con el Dominio del Trianón, un auténtico remanso de paz dentro del parque del Castillo de Versalles.
Entre el Gran Trianón — residencia de verano de los reyes —, el Pequeño Trianón, tan querido por María Antonieta, y el pintoresco Hameau de la Reina, este conjunto revela una faceta íntima y poética de la vida real.
Un entorno arquitectónico y paisajístico único donde naturaleza y elegancia se encuentran para ofrecer un paseo sereno y lleno de historia.
Noche real en el Hôtel des Roys
Situado a dos pasos del Castillo, el Hôtel des Roys es una dirección ideal para una escapada en pareja.
Habitaciones de encanto clásico, atención cálida y desayuno refinado: todo está pensado para prolongar la experiencia versallesca.
Para familias, optad por el Hôtel du Bout du Parc, un establecimiento acogedor a solo unos minutos del parque de Versalles.
Día 2: Paseo por los barrios de Versalles
Tras un primer día dedicado al Castillo y a los Trianones, no dejéis de descubrir la ciudad de Versalles y sus barrios más emblemáticos.
Entre la animación del barrio Notre-Dame, las calles pintorescas del barrio de los Anticuarios y el encanto histórico de Saint-Louis, la ciudad se muestra desde otra perspectiva.
Si os apasiona la historia, la gastronomía o simplemente os gusta perderos por tiendas singulares, un día en Versalles ofrece descubrimientos variados y agradables.
Descubrir el barrio Notre-Dame
Símbolo del Versalles de ayer y de hoy, el barrio Notre-Dame enamora por su ambiente donde elegancia y cercanía se mezclan.
Diseñado en el siglo XVII para acoger a los artesanos y comerciantes del Castillo, hoy es una de las zonas más animadas de la ciudad.
Fachadas coloridas, plazas elegantes y pequeñas tiendas llenas de carácter invitan a pasear.
Desde el mercado Notre-Dame, auténtico corazón del barrio, hasta el barrio de los Anticuarios con sus galerías cuidadas, y la tranquila plaza Hoche, cada rincón invita a disfrutar del paseo.
Muy cerca, la majestuosa Iglesia Notre-Dame, parroquia real de Versalles, recuerda el profundo vínculo entre la ciudad y su historia real.
Un auténtico concentrado del encanto versallesco que refleja el “art de vivre” francés entre historia, patrimonio y calidad de vida.
Almuerzo en Le Bœuf à la Mode
Ubicado junto al mercado Notre-Dame, Le Bœuf à la Mode es una auténtica institución versallesca.
En un ambiente acogedor que mezcla elegancia y buen gusto, este restaurante ofrece cocina francesa refinada elaborada con productos locales.
Ya sea para un almuerzo con amigos o una comida en familia, es la dirección perfecta para una pausa gastronómica en pleno centro.
Barrio Saint-Louis y recuerdos para llevar
Tras el almuerzo, terminad vuestra escapada con un paseo por el barrio Saint-Louis, el corazón histórico de Versalles.
Sus calles empedradas, fachadas típicas y ambiente cálido invitan a la calma y a disfrutar del paseo — un lugar que merece una visita en sí mismo.
Antes de volver, acercaos a la tienda de la Oficina de Turismo para llevar un recuerdo único o un producto local y prolongar la magia de vuestro fin de semana en Versalles.
