Al sur de la ciudad, descubre un barrio fascinante dividido en dos zonas históricas complementarias: el casco antiguo, conocido como Vieux-Versailles, y el barrio de Saint-Louis. Juntos, forman el alma más antigua y auténtica de Versalles.
Vieux-Versailles : la cuna de la ciudad
Aquí se encontraba el pueblo medieval adquirido por Luis XIII, origen de la futura ciudad real. Pasea por sus calles llenas de historia y déjate sorprender por un patrimonio excepcionalmente bien conservado.
Te esperan joyas arquitectónicas como:
- El Convento de los Recoletos, testigo silencioso de siglos pasados
- El Grand Commun, edificado bajo Luis XIV para alojar las cocinas de la corte
- El Palacete de Asuntos Exteriores y de la Marina, construido por Luis XV
Pero el lugar más emblemático es, sin duda, la Sala del Juego de Pelota (Salle du Jeu de Paume), escenario de uno de los momentos clave de la Revolución francesa, cuando nació el espíritu democrático moderno.
Saint-Louis: elegancia, jardines y mercado con alma
A solo unos pasos, el barrio de Saint-Louis se levanta sobre los antiguos terrenos de caza del parc aux cerfs de Luis XIII, urbanizados a partir de 1685. Hoy es un barrio vibrante, elegante y lleno de contrastes.
Aquí, no te pierdas:
- La imponente catedral de Saint-Louis (1743–1754), con su magnífica colección pictórica
- El Potager du Roi, un huerto real creado para abastecer al inmenso palacio
- Los Carrés Saint-Louis, un conjunto único de casitas construidas bajo Luis XV para alojar un mercado animado… que sigue siendo uno de los más pintorescos de Versalles,
Perderse por las calles de Vieux-Versailles y Saint-Louis es sumergirse en siglos de historia, arte y vida local. Tómate tu tiempo… cada rincón tiene algo que contarte.