A las puertas de la capital, la Llanura de Versalles revela una identidad auténtica y campestre, entre patrimonio rural y naturaleza preservada.
Sus amplias extensiones agrícolas, sus avenidas reales bordeadas de árboles y sus granjas emblemáticas reflejan el vínculo histórico entre la Corte de Versalles y su tierra fértil.

Aquí encontramos el gusto por lo local y lo vivo: mercados de productores, visitas a granjas, paseos en bicicleta o a caballo a través de los campos, encuentros con artesanos y jardines excepcionales.
Le Chesnay-Rocquencourt, Bailly, Saint-Cyr-l’École, Noisy-le-Roi y Fontenay-le-Fleury conforman un territorio donde se combinan patrimonio, ecoturismo y una dulce calidad de vida.

Entre autenticidad, paisajes bucólicos y encuentros humanos, la Llanura de Versalles es una invitación a desacelerar y saborear lo esencial.